El buzoneo, o sistema de reparto de información publicitaria a través del envío de folletos, catálogos, dípticos, trípticos o revistas a través del correo postal, está viviendo su era dorada.

A pesar de lo que muchos creían iba a acabar sucediendo de la mano de la irrupción de las nuevas tecnologías, sobre todo con la democratización en el uso de internet, esta estrategia de marketing directo no ha dejado de ganar adeptos con el paso de los años.

Las razones por las que esto sucede son varias. La primera de ellas es la capacidad que tiene para, como el nombre de la propia estrategia indica, llegar directamente a la mano y a los ojos de aquellos a los que les queremos hacer llegar una determinada información con fines publicitarios. Algo con lo que, a día de hoy, todavía no puede competir internet, toda vez existen detectores de correo spam, no deseado o junk mail al que van a parar desde correos informativos hasta newsletters.

La segunda guarda relación con la primera, ya que lo que conseguimos enviando esta publicidad en formato físico dirigida expresamente a un público determinado es ajustar al máximo la mirilla del arco antes de lanzar nuestra bala informativa. Dado que podemos escoger qué ciudades, qué barrios, a qué personas de qué edades o a qué géneros enviarles nuestra publicidad las opciones de acertar con cada impacto se multiplican exponencialmente.

La tercera tiene que ver con la capacidad para medir los resultados de cada entrega de buzoneo casi al instante. El hecho de que todos acudamos al buzón diariamente en busca de correo y les obliguemos a leer lo que les enviamos aunque sea una décima de segundo con la que poder captar su atención hace que, para bien o para mal, sepamos en cuestión de horas si le interesa aquello que le ofrecemos o presentamos.

La cuarta es, quizás, la más importante ya que está vinculada al bajo coste que conllevan estas acciones publicitarias siendo, en comparación con otras acciones de marketing directo como la publicidad en medios de comunicación (prensa, televisión, radio, etc.) y también con la publicación en medios online donde resulta mucho más complicado dar en el centro de la diana.

Buzoneo y reparto de publicidad barato en Madrid y cercanías

La quinta, quién sabe si aún más importante que la anterior, es la que nos revela que, según todos los estudios al respecto realizados en los últimos años, apostar por el buzoneo es hacerlo por la que posiblemente sea la mejor tasa de retorno de toda inversión publicitaria.

Algo que aún se puede ver más claro en ciudades grandes como Madrid, donde resulta imprescindible diferenciarse de la competencia, anticiparte a ella, hacerse oír más que ella y donde diversificar por públicos o barrios es necesario para llevar a cabo una campaña publicitaria con éxito.

Aunque hay más razones, con las expuestas más arriba queda de sobra demostrado que, con muy poco dinero, se puede hacer mucho para promocionar nuestro negocio y hacer llegar nuestros lanzamientos o promociones.

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